viernes, 27 de abril de 2012

Segundas partes


Las segundas partes nunca son buenas, más aún si se trata de continuaciones de relaciones que ya terminaron, que no dieron para más, que quedaron en el pasado. Cuando dos personas intentaron ser algo más y las cosas no funcionaron, difícilmente funcionarán después de un rompimiento. Si hubo tantos problemas como para que acabaran separándose, es muy tonto pensar que vale la pena intentarlo de nuevo.

Además de lo que ya venían cargando, muy probablemente habrá rencores en una o ambas partes. Aquí es donde llegamos al punto de la batalla campal: "tú rompiste conmigo cuando aún te amaba, ahora te haré la vida imposible. Me vengaré", eso es claro, por mencionar algo. Seguramente hay peores motivos para hacerle la vida imposible a aquella persona. Es un juego riesgoso ese de andarse vengando de otras personas, más aún cuando el corazón toma parte en ello. De por sí las venganzas no son sensatas, una que involucre los sentimientos por otra persona es todavía más estúpida.

Si en serio quieres arriesgarte a intentarlo de nuevo, espero que sea por las razones correctas, no por hacer sentir a la otra persona tan mal como tú te sentiste. Si en serio amas a una persona, no querrías dañarla de ninguna manera. Piénsalo. Cuando amas a alguien, aunque no quieras perderlo, serás capaz de reconocer que no es feliz contigo. Tal vez incluso te des cuenta de que si las cosas no funcionaron entre ambos, es porque es mejor así.

Me he visto en esa situación y siempre duele reconocerlo, pero es mejor demostrarle a esa persona que en serio la amas haciéndote a un lado. Si es más feliz con otra persona o estando sola, hay que aceptarlo. Hacerse a un lado es necesario muchas veces, pero muy pocos tienen la dignidad y el valor para hacerlo.

La soledad asusta, ¿verdad? Pues es preferible que reconozcas que la única persona con la que contarás durante toda tu vida en este planeta eres tú y nadie más que tú. Sería una buena idea que te conocieras mejor y que no sintieras la necesidad de callar a esa vocecita que trata de guiarte. Después de todo, no debería ser una molestia escucharla, cuando lo es... bueno, lamento decirte que hay cosas que estás haciendo mal y lo más probable es que seas consciente de ello.

Así que... si estás reconsiderando una relación que ya terminó, pidiendo una segunda oportunidad o no dejando ir, te recomiendo que analices si en serio amas a esa persona. Por no mencionar algo muy importante: nunca debes anularte a ti mismo con tal de conservar un "amor". No lo vale. Cuando una persona "ama" a otra y por eso no la quiere perder, es porque esta persona no tiene personalidad y no se ama a sí misma. Esto es gravísimo. Primero debes amarte a ti mismo y ser feliz por ti mismo. Cuando lo logres, podrás distinguir el verdadero amor y la verdadera felicidad, porque siempre serán parte de ti. En el momento que no dependas de nadie, te darás cuenta de que las segundas partes no siempre son necesarias ni sanas.